En los últimos meses bajó un 20% el consumo en las cafeterías de Villa Mercedes
Los comerciantes deciden absorber gran parte de los incrementos que reciben en los productos para mantener la clientela. Sin embargo hay buena expectativa para los próximos meses.
Por Sonia Schoenaker
Al igual que muchos sectores comerciales, las cafeterías atraviesan un presente económico incierto y el panorama se tornó triste hace tiempo.
Los precios de los productos de elaboración sufren incrementos casi a diario, y los propietarios hacen lo posible para mantener los valores en las cartas y atraer al cliente. Esperan una estabilidad en los próximos meses.
De acuerdo a un relevamiento que realizó El Chorrillero por distintos locales de Villa Mercedes, los comerciantes coinciden en que hubo una disminución en la demanda, y los precios al público varían de semana a semana.
En la mayoría de los casos, los dueños acumulan algunos aumentos antes de modificar los montos. Mientras tanto, absorben un gran porcentaje “hasta que se vuelve insostenible”.
Uno de los casos es Ferro di Cavallo, ubicado en la esquina de Lavalle y Salta, que durante un mes vendió los bizcochos a precio de costo para “no afectar el bolsillo del consumidor” y a su vez mantener las ventas.
Fernando Silvestre, propietario del lugar aseguró que “para el comerciante está brava la situación”.
“No tenés precios de nada. Te los van cambiando permanentemente, entonces uno no sabe qué cobrar. Al no pagar alquiler a mí se me hace más fácil, por eso más o menos puedo aguantar un poco y no elevarlos tanto”, explicó.
Sostuvo que el consumo bajó alrededor del 20% en los últimos meses.
Haciendo un análisis del presente, Silvestre tiene buenas esperanzas para el futuro: “Yo creo que ahora hay nuevas perspectivas, la gente se ve más contenta, más tranquila. Andaba muy alterada el último mes antes de las elecciones. Después encontrás a la gente con otra expectativa para lo que viene, ahora aparentemente se va a acomodar”, consideró.
Lucas Celis, dueño del café y restaurante Herencia’s, que funciona en Mitre 811, observó que “la gente se está cuidando mucho en los gastos del día a día”.
“La clientela te baja por una cuestión directamente proporcional a lo que pasa a nivel país. Teníamos clientes que venían a diario y han pasado a venir dos veces por semana”, contó.
El último viernes llegó una lista que anunciaba un 50% de incremento en los fiambres: “Lo estamos absorbiendo. El 60% se va a la carta y el 40% lo tenemos que absorber nosotros porque no estamos en una ciudad grande donde los precios son más altos”.
“Sostener esto es trabajar 20 horas al día y tener una calculadora al lado”, dijo y añadió: “En el café tuvimos una suma de aproximadamente el 100% en los últimos 3 meses. Y hoy el kg está a $25 mil”.
En cuanto a las expectativas, Celis dijo que espera una estabilidad “de acá a 3 meses”.
“No te digo bajar los precios porque estamos en Argentina, pero sí que se estabilice. Queremos decir que podemos salir 1 mes completo con los mismos precios, cosa que actualmente estamos aumentando todas las semanas”, concluyó.
Javier Borda, desde la cafetería Astor, aseveró que “el proveedor de medialunas sube todos los días un 15%”.
“Todo lo que es panificados subió. La última vez un 15%, hace 15 días un 10%, previamente otro 10%”, explicó.
Al igual que los demás empresarios gastronómicos, señaló que intenta “aplicar lo razonable” para que la gente “pueda venir a disfrutar de un café”.
Los precios por cabeza varían según los alimentos que contenga el pedido. Un desayuno clásico, que cuenta con una infusión y dos medialunas, puede costar desde $1900, y uno completo, que incluye una infusión, tostadas de pan integral, palta, huevo, vaso de jugo y yogurt se paga hasta $5000.
“Espero que primero como ciudadano es dar tiempo, ahora se están tomando medidas y hay que esperar. Yo sé que es difícil porque se suben los precios, pero esperemos. No puedo salir a despotricar por no ver un panorama de alguien que asumió hace 10 días. Sería muy necio estar pidiendo soluciones, no son mágicas. Es un problema que acarrea Argentina desde hace 60 años y nadie tomó cartas en el asunto. Uno trata de colaborar y como ciudadano tengo la esperanza de que todo salga adelante”, finalizó.